Sin dudas la pandemia provocó un giro en la vida de todos. Nos replanteamos la forma en la que nos comunicamos, cómo transcurrimos el día a día, cómo nos relacionamos con los demás y con nosotros mismos, cómo sentimos.
Fueron ya casi dos años de desafíos, piedras en el camino y oportunidades por igual. Si bien es seguro afirmar que muchos proyectos y sueños fracasaron por esta situación que nos tocó vivir, también afloraron en el medio del caos ejemplos de resiliencia, perseverancia y solidaridad.
Anoche nos reunimos después de un largo tiempo -que a veces parecía, no iba a terminar jamás- con el equipo SIDOM. Compartimos un exquisito menú, preparado por dos integrantes del equipo, y muchas anécdotas y risas que reflejaban la emoción y el alivio de poder estar juntos una vez más.
Conocimos a tres recursos que se habían incorporado en plena pandemia y virtualidad, y consolidamos aquellas relaciones que un día habían comenzado a través de un pantalla.
En SIDOM creemos que la unión y el compañerismo son las piedras sobre las cuales se edifica cualquier emprendimiento exitoso, y la clave para superar las adversidades a las cuales nos enfrenta la vida.
Estamos muy contentos de haber formado un equipo como el que formamos, donde cada uno tiene para aportar su granito de arena, que es especial y único entre los demás.
Esperamos que estos breves momentos en los que volvemos a la normalidad, un día ya no sean momentos sino que vuelvan a ser nuestro día a día. Avancemos juntos y dejemos atrás la pandemia, sin olvidar todo lo que ganamos y perdimos en el camino, porque todo es aprendizaje.